-Tengo sólo una regla, la caridad.
Cuando a San Felipe Neri, le cuestionaron sobre su congregación, eso fue lo que contestó: Caridad. En fin, yo lo sé, pero no basta con saber.¿Qué pasa conmigo? Porqué no puedo simplemente vivirlo y hacer de mi vida una existencia dichosa, una existencia llena de Dios. La única forma en la que puedo explicar lo que me pasa actualmente es que yo estoy dentro de una casa, Dios está afuera, Dios quiere entrar, yo quiero dejarlo pasar; pero no encuentro la llave. Es raro, porque durante mucho tiempo pensaba que Dios ya estaba adentro de mi vida, ahora que me veo envuelta en esta confusión no sé, si lo saqué de mi vida, o jamás lo había incluido en ella.
Debo encontrar esa llave, porque en este momento siento que la casa se desmorona si no lo dejo entrar. Me pregunto si tendrá que caerse la casa completa para que pueda volver a entrar. La biblia habla de eso, habla de que en el fuego se purifica el oro. Creo que no tienes que ser un exegeta para saber que el fuego se refiere al dolor, y el oro supongo que es a uno mismo. No soy teóloga, pero me parece que en circunstancias como el sufrimiento he escuchado la referencia previamente citada.
Dios se ha callado, no sé si es eso o yo ya no soy capaz de oírlo. Me pregunto, ahora ¿Qué se supone que debo de hacer? Me propuse escribirlo para ver si de alguna forma hallo la explicación a esto mientras lo escribía (como ha sucedido en otras ocasiones). Pero parece que ya no es así, de alguna forma siempre he encontrado la respuesta, a los problemas de matemáticas, a los de estadística, incluso a uno que otro problema creativo. Esta vez ya no, debo trabajar.
No sé por donde empezar, no hay instrucciones, es lo que me gusta de los aparatos electrónicos si de repente ya no sabes cómo hacer funcionar el traste, lees el instructivo para ver en qué te equivocaste. ¿Qué hice mal Dios mío? ¿Que decisión equivocada tomé? Si yo hubiera hecho caso a mi corazón.
Después de todos estos años puedo decir que se me ha agotado la esperanza. Mi fe se está desmoronando. Ni qué decimos de la caridad.
Solía soñar con compartir la visión de Cristo sobre el amor con el mundo, pero ahora veo borroso. Me pierdo. Así que quien quiera que esté allá arriba debe saber que en realidad esto no es una revelación, no es un emotivo artículo, es un GRITO DESEPERADO DE AYUDA!
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