martes, 8 de abril de 2014

El cauce del río

Poco a poco voy desenmarañando el significado de la palabra destino. Hay mucho que decir al respecto. Pero hoy me iluminado.

Hay una pregunta constante en mi vida, ¿yo escogí esta vida o fue una serie de acontecimientos encadenados entre sí que me llevaron a tomar mis decisiones? Siendo así entonces no serían decisiones, sino simples accidentes o circunstancias. Eso significaría que no somos libres, que sólo vivimos inmersos siguiendo la corriente de un río, de un río que va fluyendo por primera vez pero que ya tiene el camino marcado.

Hoy descubrí que no es así, hay una verdad y es que el destino de cualquier río tarde o temprano se une al mar, o a un cuerpo de agua más grande. Significa que todos tenemos un destino común: la muerte. Pero hay algo que escogemos, somos un río que va fijando su propio cauce, somos un río que excavando en la tierra para definir su curso, a veces podemos dejarnos llevar y continuar sin rumbo, y otra veces escogemos la ruta, y otras veces no podemos transitar por el camino que escogimos porque un tronco se interpone en el camino. Pero tenemos voluntad, podemos elegir por donde ir, no podemos elegir cuando llegar, pero podemos elegir por donde seguir.

Hoy tome una decisión, pude haber continuado mi cauce, dejarme llegar, o como a veces solía pensar "yo no haré nada dejaré que las cosas fluyan y si ha de ser será",  estaba equivocada. Porque hoy decidí y salí a buscar otro río, y lo encontré.


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